Cada vez los proyectos de ley dan más miedo

La próxima vez que vayas a un abogado, no te olvides de preguntarle cuántas veces tomó el examen de reválida para aprobarla. Es importante que si terminas en la cárcel, sepas por qué. Al parecer el límite de 6 intentos no es suficiente para muchos de nuestros ilustres abogados según se desprende de la petición de Margarita Nolasco Santiago, vicepresidenta del Senado. El Proyecto del Senado número 1813 propone que no haya un límite de intentos. Es decir, que si necesitas 37 intentos no es porque seas un poco bruto con eso de las leyes…

Si el proyecto de ley es aprobado, más nos vale comenzar a construir prisiones a toda prisa. Sin embargo, si lo miramos bien, no sería tan malo como suena ya que podría convertirse en una medida más efectiva que la misma policía para combatir el crimen. ¡La incompetencia judicial va en contra del acusado, ya sea inocente o culpable! ¡Todos a la cárcel! ¿Quién se atrevería a hacer algo ilegal?

Incluso se podrían modificar los códigos legales… Por ejemplo, si te cogemos vendiendo drogas, tienes derecho a un abogado que haya necesitado un mínimo de 23 intentos para pasar la reválida… Vamos, que en dos años… ¡ya no quedaría nadie que vendiera o se atreviera a vender drogas! Ya nos imaginamos carteles en las autopistas: "Si maneja de forma temeraria, le asignaremos un abogado con una reválida a los 36 intentos" ¡Cualquiera bebería y manejaría! ¡Sería peor que la Inquisición Española!

El argumento principal de la senadora es que otras profesiones no tienen un límite de intentos para obtener la licencia correspondiente, como por ejemplo, arquitectura, plomería, ingeniería o medicina.

Cuando nos enteramos que los plomeros no tienen un límite en el número de intentos no nos preocupamos mucho, siempre se puede arreglar el inodoro, no pasa nada. Cuando nos enteramos que los arquitectos tampoco, nos comenzamos a preocupar ya que son ellos los que diseñan nuestros edificios… se nos puede caer el techo encima. Cuando nos enteramos que los ingenieros tampoco tienen un límite sólo pensamos que la próxima vez que manejemos sobre un puente, vamos a terminar ahogados en el río. Pero cuando nos enteramos que incluso los médicos están exentos de un límite para conseguir la licencia… ya se nos cayó el alma a los pies… por no decir los riñones, el hígado, el corazón o un pulmón.

El Coquí Cojo no cree que el problema radique en que los futuros abogados estén en desventaja en cuanto a tener un límite de intentos de aprobar la reválida… a nuestro parecer es que los demás no lo tengan.

El proyecto de ley que necesitamos es justo el contrario. Podríamos pasar a los plomeros, a menos que los que le contraten no sepan nadar, por si las moscas… ¡Lo que hay que hacer es imponer un límite a los arquitectos, ingenieros y médicos!

Y es muy fácil… al arquitecto le daríamos 4 intentos, al ingeniero 3, y al médico 2 y sobra. Es fácil de entender: si después de la carrera de no sé ni cuantos años y la residencia, un médico no sabe cuántos riñones tenemos… que por amor de Dios, se dedique a otra cosa… ¿Te imaginas entrando al quirófano y justo cuando la anestesia te esté surtiendo efecto, oigas que una de las enfermeras felicite al cirujano por haber pasado el examen al duodécimo intento?

Siguiendo con el tema, es obvio que los políticos no tienen límite ninguno. La inmensa mayoría no pasaría ni el juego infantil de meter bloques de diferentes formas en el cubo amarillo de plástico. Y recordemos que la inmensa mayoría de los políticos son abogados… que quizá ni pasaron la reválida y no tuvieron otra alternativa que dedicarse a la política. Así que suponemos que la ley será aprobada con júbilo y todo. Y por unanimidad, no faltaría más.

La idea de la senadora es mucho más reveladora de lo que se aprecia a simple vista. Responde a la idea moderna de hacer que el mérito requerido para convertirse en un profesional sea cada vez menor. Es la triste devaluación de los títulos y licencias patrocinada por el Estado. ¡Resulta que mi abuela tenía toda la razón! Aquellos de entonces sí eran médicos y abogados y arquitectos e ingenieros...