Cuando leímos la noticia de que Barranquitas había aprobado la propuesta de construir el gasoducto Vía Verde no pudimos aguantarnos de reír. Ya lo decimos en el encabezamiento de nuestro blog: superamos las más altas cotas del realismo mágico. Según la prensa de nuestro país: “El proyecto del gasoducto recibió el respaldo de la Legislatura Municipal de Barranquitas, que aprobó una resolución en la que expresa su endoso”.
Vamos a ver, el gasoducto NO pasará por Barranquitas (véase los mapas a continuación), por lo que el respaldo del gasoducto por la Legislatura de Barranquitas no vale absolutamente nada. Es como si Puerto Rico aprobara el proyecto de una autopista en Venezuela. Nos imaginamos la discusión entre los legisladores:
- ¿Tiene algún peligro el gasoducto para nosotros?
- Ninguno, aunque explote, nada nos llegará.
- Quizá Cataño desaparezca.
- Pero, ¿por qué nos vamos a preocupar por Cataño?
- Bueno, mi mamá vive allí.
- Pues dile que se mude y ya está.
- Bueno, es que tiene mucho dinero y yo soy el único heredero.
- Bueno, pues piénsatelo entonces.
- Pero por lo demás, ¿por qué no lo vamos a aprobar?
- Y yo qué sé. Si no lo aprobamos, podrían venir y ofrecernos más dinero bajo la mesa.
- Pero si el gasoducto no pasa por aquí, ¿qué más le da al gobierno?
- Bueno, nunca se sabe. Como ese señor… Miguel Cordero se ha vuelto medio loco apoyando el proyecto, quizá nos dé más dinero.
- Habrá que hablar con él entonces.
…
- ¿Ya hablaste con don Miguel?
- Sí, nos da mucho si lo aprobamos. Dice que la gente es tonta y si decimos que Barranquitas lo aprueba, pensarán que lo decimos aunque pase por el centro del pueblo. ¿A quién se le va a ocurrir que un pueblo por donde no pasa lo necesita aprobar?
- ¡Pues ya está! Lo aprobamos.
1 comment:
LOL:)
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