Ø La triste verdad, todos nos hemos enterado del recientemente premiado con el Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, todos menos él, a quien nadie se lo ha dicho.
Ø Mario Vargas Llosa le envía una carta a Liu Xiaobo donde le aconseja que se dedique a la literatura, que es una afición más tranquila que dedicarse a la paz.
Ø Cuando Liu Xiaobo se entere, se preguntará a sí mismo en el rincón de su celda: ¿para qué me sirve este premio?
Ø El carcelero a Liu Xiaobo: más paz que la celda no la vas a encontrar en ningún sitio.
Ø El gobierno chino a la prensa internacional: Liu quería la paz y nosotros se la hemos dado. Y como nos sigan criticando, permitiremos que descanse en ella.
Ø En China meten en la cárcel hasta al Premio Nobel de la Paz. Aquí, en Puerto Rico no somos capaces de meter en la cárcel ni a los policías corruptos ni a los policías asesinos.
Ø Si el Nobel de la Paz está en la cárcel, ¿no deberíamos estar todos entre rejas?
Ø Paradoja: sin paz no hay vida y sin vida sí hay paz.
Ø En las palabras no contradictorias de Fortuño: la paz sin paz no es paz sin paz ni paz con paz, y la guerra sin paz es sólo paz sin guerra. ¿Hacemos las paces?
No comments:
Post a Comment