Querido lector:



El Coquí Cojo te da la bienvenida y espera que pases un rato agradable leyendo nuestras tonterías. Nuestro objetivo principal es el informarte, de una manera jocosa pero ilustrativa, de lo que sucede en nuestro querido terruño. No nos cabe duda alguna que nuestra islita es el epicentro de lo absurdo, y que superamos las más altas cotas del realismo mágico. Nuestros segmentos están basados en noticias reales que afligen a nuestra sociedad. Obviamente, para conseguir lo que consideramos jocoso, pondremos palabras ficticias a personajes reales, aunque en la mayoría de los casos no nos sorprendería en absoluto que las hubiesen dicho. El lector también podrá disfrutar de noticias totalmente falsas; la labor que tiene el lector es averiguar cúales son, tarea que a simple vista pareciera sencilla pero que a veces, debido a nuestra realidad surrealista, no lo será tanto.

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Oct 7, 2010

TENEMOS QUE REFLEXIONAR

La redada del FBI terminó con el arresto de 133 oficiales del orden público, guardias nacionales, empleados gubernamentales y civiles. La falta de análisis en la prensa sobre el hecho demuestra la deficiencia de nuestros medios de reflexionar sobre las noticias que tienen lugar en nuestro país. Los medios se limitan a informar y no quieren meterse en berenjenales de interpretación profunda de lo que pasa. Los programas de radio hacen mucho más para ello que los canales de televisión, que se limitan principalmente al entretenimiento. A los puertorriqueños nos hace falta pensar más, reflexionar más. Sólo reflexionando podemos entender lo que “nos sucede” y podremos corregir el entorno que nos está ahogando, que está asfixiando nuestras vidas, que impide que podamos ser felices, definiendo felicidad como las condiciones mínimas para poder desarrollarnos tanto individual como colectivamente.
Tenemos que digerir lo que sucede en la isla, no es suficiente que nos enteremos y dejemos pasar las cosas como inevitables porque el resultado de esta actitud es que los problemas graves se perpetúan. La noticia del arresto de ayer por agentes del FBI es un buen ejemplo. La población puertorriqueña ha vivido la corrupción policiaca por mucho tiempo y al parecer nos hemos acostumbrado. Así que cuando vemos lo que vimos ayer lo consideramos “normal” y seguimos con nuestras vidas como si nada hubiese ocurrido. Obviamente nos alegramos que hayan arrestado a un montón de corruptos, nos entristecemos porque sean policías ya que confirma que no nos podemos fiar de ellos, pero no reflexionamos como deberíamos.
Con la reflexión individual y colectiva se puede conseguir un cambio de actitud, es la única manera. En este caso sugerimos que hablemos del caso con los amigos, que cada uno busque la solución personal que puede darle al asunto, que entre los amigos se tomen medidas para discutir sobre ello y se acuerde en qué cosas podemos hacer para que no vuelva a pasar. Tenemos que hablar de ello con nuestros hijos, los maestros deben hacer reflexionar a sus estudiantes sobre el tema de la corrupción en general, sobre las causas que la provocan y las consecuencias, personales y legales, que acarrea. Tenemos que discutir con nuestros hijos qué significa tener un cargo que goza de la confianza del pueblo, y lo realmente grave que es cuando un individuo aprovecha las características de su cargo para enriquecerse ilegalmente.
El Coquí Cojo entiende cuando Fortuño declara: ““federales y estatales son lo mismo”. No tiene más remedio que decirlo, evitando la polémica de que es una vergüenza que sea el FBI quien tenga que venir a limpiarnos la casa. No estamos en contra del FBI, ellos cumplieron su trabajo a cabalidad y nos alegramos de los resultados, pero no nos alegramos que no hayamos sido nosotros los que hemos limpiado nuestra casa. El que no seamos capaces de hacerlo tiene repercusiones profundas, indica que nuestros policías se han criado en una sociedad que “acepta” que haya corrupción en la policía, han crecido viendo demasiados casos de ello y muy pocas consecuencias. Por eso es tan importante usar lo que nos pasó ayer para discutirlo con los niños, con los jóvenes, para que cambiemos la apatía que nos ahoga. Ser policía es defender al pueblo, protegerlo haciendo cumplir la ley. No cabe excusa posible cuando se viola dichos principios. Lo de que “somos humanos y como humanos cometemos errores” NO es una excusa viable para un policía o cualquier cargo público. No hay perdón posible a un individuo que usa la confianza del pueblo como herramienta para cometer delitos.
Por favor, no pongamos lo que pasó ayer bajo la alfombra. Los hechos son muy graves. Sería un error pensar que se llevaron a todos los corruptos. La policía debe estar plagada de ellos. En parte es nuestra culpa por haberlo aceptado por tanto tiempo, por habernos acostumbrado. El Coquí Cojo le pide a los policías corruptos que quedan por ahí que reflexionen y entiendan que no deben ser policías. Y que se salgan de la fuerza policiaca por ellos mismos. Que entiendan que son incapaces de su cargo. Que comprendan que las cosas que se han creído hasta ahora y que las racionalizaciones que han hecho para aprobar su conducta son totalmente falsas, que lo único que hacen, aparte de destruir y avergonzar a su propio pueblo, es convertir a sus hijos y nuestros hijos en futuros corruptos.
El Coquí Cojo exhorta a sus lectores a hablar de lo que pasa y reflexionar sobre ello. El arresto de 133 individuos que han utilizado sus cargos ilegalmente ES MUY GRAVE.

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