Cómo llegar a la estadidad

De ser ciertas, las manifestaciones de Ricardo Rosselló, hijo del ex gobernador, podrían desembocar en un giro extraordinario de la causa estadista. En las palabras de Ricardo, publicadas en la prensa del país: “será necesario crearle una crisis al gobierno de Estados Unidos para que ese país actúe en torno al tema del status político de Puerto Rico”.  En una entrevista radial (WPAB), Ricardo añadió: “hasta que nosotros no generemos ese problema para ellos, que Puerto Rico surja de ser el número 300 en su lista de prioridades, a una prioridad más alta, no se va a atender el tema”.

Debemos reconocer que El Coquí Cojo considera que el análisis de Ricardo tiene mucha lógica, lo que nos preocupa es que haya gente que considere que Ricardo esté indirectamente recomendando las siguientes crisis para provocar la ira de Estados Unidos como única vía para que Puerto Rico alcance la estadidad:

Ø  Hay que comenzar una revolución comunista de sabor castrista (el modelo chino no funcionaría porque terminarían explotándonos aún más). Se necesitan guerrilleros barbudos que comiencen la revolución en la Sierra de Luquillo, con el Yunque como centro de operaciones.

Ø  Hay que invitar a Al-qaeda a que instale su cuartel general en Puerto Rico. Alguien debe ir a hablar con Osama Bin Laden para invitarle cordialmente a la isla, que aquí también tenemos cuevas, y que no pasará tanto frío como en Afganistán. Se necesita de alguien que le enseñe español e inglés para que sus discursos sean políglotos.

Ø  Formar un partido político nuevo que aspire a que Puerto Rico se convierta en territorio venezolano. Se inauguraría un canal de televisión que transmitiría discursos continuos de 8 horas cada uno de Chávez quejándose de la política exterior y capitalista norteamericana, indicando que Puerto Rico es la mejor plataforma antiamericana.

Ø  Hacer de Puerto Rico el puente migratorio legal de todos los indeseables del mundo. El gobierno de Puerto Rico haría obligatorio que sus ciudadanos se casaran con delincuentes peligrosos del mundo. El trato es simple: no podrán ejercer sus tendencias delictivas en la isla a cambio de conseguir la ciudadanía americana por matrimonio que les permitiría la entrada sin problemas a EE.UU. Esta medida es muy fácil de ejecutar, simplemente hablar un poco con los carteles mexicanos y colombianos, que la están pasando muy mal en estos tiempos.

Ø  Un gobierno que obligue a los puertorriqueños a presentar demandas contra los Estados Unidos por abuso psicológico colonial, claro está, sin presentar una demanda común ya que se trata de inundar el sistema americano con millones de demandas y paralizar el sistema judicial estadounidense. Aquí nos podría ayudar la jueza del Supremo, Sotomayor.

Ø  No parar de hablar en las Naciones Unidas. Enviar representantes puertorriqueños a cuanta embajada hay en el mundo, embajadas americanas, rusas, cubanas, inglesas, francesas (los franceses saben causarle problemas a EE.UU., es como una afición para ellos) a quejarse del sistema colonial.

Ø  Conseguir la lista de miembros del AARP y de alguna manera inundar a los ancianos americanos de reggaetón (el último CD de Calle 13 sería suficiente) ya sea por teléfono o enviando bandas a los residenciales de ancianos, hasta que hartos comenzaran a quejarse a sus representantes y senadores en Washington.

Ø  Convencer a la diáspora boricua en EE.UU. que ser puertorriqueño requiere que se quejen constantemente ante las autoridades políticas de sus lugares de residencia. Incitar a la protesta pública, a realizar manifestaciones de protesta frente a la estatua de Lincoln y a la Casa Blanca en Washington todos los fines de semana, al igual que las Madres de Mayo en Buenos Aires (mira que supieron hincharles las bolas a los gobiernos argentinos).

Ø  Convertirnos al Islam. Reconvertir el Morro en la mayor mezquita del mundo les cairía muy mal a los Estados Unidos.

¡Imagínese el lector si conseguimos hacer todo esto a la vez! No sabemos en El Coquí Cojo si estas medidas nos llevarían a la estadidad o a la independencia, pero de seguro terminaría el estado colonial.