El miedo a la policía es inmenso. La gente está asustada, en cuanto un ciudadano ve a un uniformado, hace lo que sea necesario para ocultarse o escapar. Es el ejemplo de Alberto Rodríguez Mercado, quien a sus 63 años se tiró por un precipicio de 150 pies de altura al creerse perseguido por la policía. Según lo que acabamos de decir, cualquiera pensaría que Don Alberto es un asesino en serie, o un pedófilo, o un atracador de bancos, o un narcotraficante para haber tomado la decisión de arriesgar la vida para escaparse de los uniformados. Sin embargo, Don Alberto tomó dicha decisión después de “aboyarle el bumper” a otro carro. El buen hombre regresó a su casita del Barrio Jacanas en Yabucoa pensando “gracias a Dios que no me pasó nada, ni a la muchacha que choqué”. Lo que no se imaginaba es que la policía iría a buscarle, así que cuando vio a los policías municipales pensó que le matarían, o algo peor.
Enviamos a uno de nuestros reporteros y según las palabras de Don Alberto: “Ya sabe usted cómo están las cosas en Puerto Rico. La policía te pega un tiro simplemente por verte saltar en el suelo. Cuando vi a los policías, no lo dudé un momento, tenía más posibilidades de salvarme tirándome por el risco detrás de mi casa que si me ponía a hablar con ellos, a saber qué hubieran hecho conmigo. Todavía tiemblo al pensarlo”.
Así fue que un accidente sin repercusiones físicas se convirtió en un desesperado salto por un barranco. Pero la historia no termina aquí. Según Don Alberto: “Fíjese qué malos son los policías, que no les bastó con dejarme tranquilo con mis golpes y heridas en el fondo del barranco, sino que me sacaron de allí para llevarme al Centro Médico de Río Piedras. ¡No hay duda alguna que me querían matar!”
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