Como ya habíamos advertido en El Coquí Cojo, la administración universitaria, siguiendo las directrices del gobierno, ha adoptado un plan de “privatización indirecta” de la UPR. Según explicábamos en uno de nuestros artículos, ante la imposibilidad constitucional de vender la UPR a una entidad privada, la alternativa para deshacerse de ella pasó a convertirse hace unos meses, después del “fracaso” que aparentemente tuvo la administración al ceder a los estudiantes durante la huelga, en un esfuerzo concertado para ir mermando el sistema universitario. Una de las medidas que habíamos identificado era la disminución en el número de estudiantes de nuevo ingreso que los medios de comunicación no supieron identificar a tiempo. Pues bien, hoy salió la siguiente noticia en uno de los periódicos de mayor tirada: “La Universidad de Puerto Rico (UPR) sufrió una merma en el número de estudiantes matriculados en todas las unidades del sistema con excepción del Recinto de Ciencias Médicas; mientras que las universidades privadas experimentaron un aumento de estudiantes matriculados en sus programas académicos”.
Todo lector con dos dedos de frente, entenderá que esta situación es totalmente equivalente a la venta de la UPR. El traspaso de estudiantes a instituciones privadas es esencialmente lo mismo que vender la UPR. Lo peor de todo es que el trasvase de estudiantes no es total ya que muchos de los que se quedaron sin la oportunidad de entrar a la UPR no tenían medios económicos para aminorar su enorme pérdida personal ingresando en alguna institución privada.
El artículo también ofrece cifras: “De acuerdo a estimados de la administración central, para el primer semestre del año académico 2009-2010, el sistema UPR tenía 65,669 estudiantes matriculados. Mientras que para el primer semestre del año 2010-2011 cuenta con sólo 61,565 estudiantes”. Si creemos que estas cifras son ciertas (lo que dudamos ya que toda la información procedente de la administración es constantemente manipulada, por lo que muy probablemente el descenso en el número de estudiantes sea en realidad aún mayor), la baja total es de 4,104 estudiantes (el artículo original se equivoca al decir que son unos 3,100). Este número (4,104 de 65,669) equivale a un brutal descenso del 6.25%. (Somos el único sistema universitario de EE.UU. que baja la matrícula de estudiantes, debido a la crisis económica las universidades estadounidenses están abarrotadas, los chicos salen de high school y no tienen trabajo y los adultos que han perdido el trabajo regresan a la universidad a fortalecer sus habilidades o hacerse de nuevas destrezas).
Luego el artículo continúa con una serie de argumentos mongos del gobierno hechos astutamente para que la gente no se espante, con la línea general de que no se puede determinar el por qué de la baja (son demasiado hipócritas y miserables). Todos los argumentos sólo son cortinas de humo, por ejemplo, que en pasadas épocas ha habido descensos en el número de estudiantes que fueron subsanados después, etc. El Coquí Cojo informa que todo esto son patrañas, el problema real es que el descenso se debe en gran parte a que la UPR (léase Ana Guadalupe y secuaces) cerró las puertas a miles de estudiantes el pasado agosto y lo que es peor, dichas bajas repercutirán por lo menos 4 años que es el plazo medio del tránsito de un estudiante en la UPR.
Podemos apostar que el próximo agosto el número de estudiantes aceptados será, en el mejor de los casos, muy parecido al anterior (por favor, entiendan que de ser así, el número total de estudiantes del sistema seguirá bajando considerablemente ya que el número de graduados será mucho mayor al número de nuevos estudiantes) y no nos extrañaría que la administración incluso se atreva a decir públicamente que han parado la sangría al no seguir bajando el número de nuevos ingresados.
Según nuestros cálculos, el 6.25% continuará, quizá incluso aumente, y el sistema de la UPR no llegará a los 50,000 estudiantes en unos dos años. Para agosto de 2012, la administración universitaria anunciará que debido al menor número de estudiantes, un par de recintos, ya sean periferales del sistema (léase Humacao o Aguadilla), o ya sean fáciles de absorber por su proximidad a otros recintos mayores (léase Bayamón) serán cerrados (o vendidos, en este caso sí podrán ser vendidos porque los pocos estudiantes remanentes pasarían a otro recinto de la UPR, lo que se vendería serían los recintos vacíos).
Curiosamente, el único recinto en no bajar el número de estudiantes fue el de Ciencias Médicas, el único recinto que no se unió a la huelga. ¿Y quién puede costearse los gastos allí? Que nosotros sepamos, no hay muchos pobres allí. Claro, la administración dirá que ha sido reflejo de haber sido el único recinto que fue aprobado por la organización evaluadora Middle States Commission, lo cual es cierto, pero responde a las mismas razones de los intereses de la oligarquía puertorriqueña.
En El Coquí Cojo no podemos entender por qué los periódicos de nuestro país no ven todo esto (quizá sí lo entendemos, pero es muy triste aceptarlo).
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