El séquito de Fortuño

Ahora entendemos qué quiso decir  el presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, cuando subrayó que la cumbre política con Luis Fortuño mejoraría el sector turístico de Quisqueya. Se trataba del más de un centenar de “turistas” que llevaría Luis Fortuño como parte de su séquito, es decir, gente totalmente innecesaria para los propósitos de los acuerdos a firmarse, y que acompañan “de cachete” a la delegación boricua. Según el representante Rafael "Tatito" Hernández,  "sólo faltaba que se llevaran a sus familias". El representante dio detalles de los que se “han colado” en el viaje, y nos parece que está en lo cierto. Uno de nuestros reporteros pudo entrevistar a Luis Fortuño al respecto. Al preguntársele sobre las acusaciones de Tatito, Fortuño señaló: “En parte tiene razón, pero no ha sido algo que hayamos permitido así como así. La razón de que fuéramos tantos era para impresionar a nuestros homólogos dominicanos con la “cantidad” ya que por la “calidad” sabemos que no impresionamos a nadie. Además, queríamos que sintieran lo que se siente cuando más gente de la cuenta se cuela en el país, para que entiendan cómo nos sentimos los boricuas con tanto dominicano ilegal en nuestra isla”.

También le preguntamos en qué han quedado los “acuerdos históricos” a los que se refería el gobernador como objetivos de la visita a Leonel Fernández. El gobernador nos entregó la siguiente lista de acuerdos “históricos” entre ambos pueblos:

Ø  La República Dominicana se compromete a seguir impidiendo el desarrollo de la agricultura puertorriqueña, asegurando que nunca un peón agrícola dominicano cobre más de un 10% de lo que cobra un peón boricua, aunque para ello tengan que aumentar la ya abismal trata de haitianos en las plantaciones dominicanas.

Ø  Con la restauración del servicio del Ferry, La República Dominicana se compromete a restaurar el tráfico de ilegales a cambio de alijos de drogas que usan a Puerto Rico de centro de distribución hacia Quisqueya.

Ø  Se eliminan las críticas bilaterales en lo que respecta a la salsa y al merengue. No habrá más problemas de identidad nacional al respecto, y los artistas de ambos países podrán dedicarse sin retribuciones negativas al género que prefieran. Olga Tañón será una de las que firmen el documento.

Ø  Puerto Rico se compromete a respaldar la versión dominicana de que los restos de Cristóbal Colón descansan en tierras quisqueyanas.

Ø  Si viene el Papa, tendrá que visitar ambas islas y no solamente una de ellas. Este tratado es importante ya que en caso de que un huracán barra poco después a una de las dos islas, no se pueda culpar los hechos a la falta de devoción cristiana de la isla a la que el Papa fue o no fue.

Ø  Ambos países se comprometen a no burlarse del acento en español del otro. De ahora en adelante no se les denominará “errores del habla” sino “pajitas que le caen a la leche” y que además son "graciosos".

Ø  Puerto Rico dejará de resentirse de que la República Dominicana tenga un acuerdo de libre comercio con los EE.UU. aunque haya de facto destrozado muchas de las industrias boricuas en los últimos años. El resentimiento parte de que la República Dominicana goza de prácticamente los mismos privilegios comerciales con EE.UU. a pesar de no ser colonia de los americanos ni tener que enviar a miles de ciudadanos a que mueran en cuanta guerra a los americanos se les antoje llevar a cabo.

Ø  Puerto Rico acepta su inferioridad en la producción de pasta de guayaba.

El acuerdo sobre quién tiene mejores peloteros se pospone hasta la próxima visita de Leonel a San Juan. Este aplazamiento fue sin duda el éxito más importante de Fortuño en tierras quisqueyanas teniendo en cuenta los resultados del Premundial de Baseball celebrado en Puerto Rico.