“La aprobación de la ley que convierte al dominó en deporte en Puerto Rico podría verse como un claro intento de crear un ambiente hostil en las Antillas”, según el portavoz de la Federación Cubana de Dominó. Prosiguió diciendo: “Obviamente lo que los dominicanos y puertorriqueños llaman dominó, es simplemente una versión bastarda de lo que es nuestro dominó, el del nueve doble, el verdadero deporte. El dominó al seis doble es un juego de niños en comparación, que como versión capitalista es obviamente inferior. Lo que hace un cubano con la cabeza, un dominicano o un puertorriqueño requiere una calculadora”.
Incluso el portavoz de la Junta Contra la Discriminación a Cuba tomó cartas (o fichas en este caso) en el asunto: “El dominó al seis doble discrimina al siete, al ocho y al nueve, números tan dignos como cualquier otro”.
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