Nuestra triste realidad

Con el PNP, Puerto Rico nunca podrá realmente avanzar ya que todo avance significativo se opone a la agenda anexionista, que siempre juega con la misma carta: que nos anexionemos a EE.UU. por razones económicas, ya que no le es posible convencernos desde una perspectiva de ideales más altos (el concepto de nación, tan débil entre nuestros ciudadanos con respecto a Puerto Rico, es incluso más débil en lo que concierne a Estados Unidos). Por lo tanto, el PNP calcula que si Puerto Rico avanza (como no tenemos duda alguna en El Coquí Cojo que podríamos hacerlo bajo buenos gobiernos),  las razones de anexión se debilitarían aún más (aquí concordamos). Obviamente si llegásemos a un bienestar económico de primer grado (léase como un buen grupo de países de igual o menor tamaño e igual o menor potencial de recursos naturales), la anexión no tendría sentido desde el punto de vista económico.

Otra carta que usa el PNP es recalcar nuestra incompetencia en proteger a nuestros ciudadanos. Necesitamos el FBI, y el PNP está contento con ello (aunque diga lo que diga) porque la dependencia (de todo tipo) alimenta, según ellos, la solución anexionista. El principio es el mismo que subyace en frases tan famosas como "la religión es el opio de los pueblos" y "la miseria es el alimento del comunismo". Para el PNP sería algo así como "la dependencia económica es la vía a la anexión". Triste, ¿no?

Lo curioso es que a pesar de lo que muchos de nuestros lectores puedan pensar, especialmente populares, en El Coquí Cojo no nos consideramos partidistas, simplemente creemos que lo que decimos tiene una fuerte dosis de sentido común, aunque también aceptamos que podríamos equivocarnos. Que quede claro que según nuestra opinión los gobiernos populares han sido desastrosos también.

Puerto Rico está en una situación verdaderamente lamentable. El PNP no tiene más remedio que justificar su existencia y su acceso al poder de alguna manera, por lo que no tiene más remedio que mejorar algo de vez en cuando, pero siempre con la consigna de no ir lo suficientemente lejos para que los puertorriqueños pensemos que podríamos seguir por nuestra cuenta, que Puerto Rico podría llegar a ser una nación como otra cualquiera capaz de ofrecer un futuro placentero a sus ciudadanos. Un ejemplo perfecto es el gasoducto Vía Verde. Que Puerto Rico pueda ser independiente energéticamente (o al menos llegar a una independencia de un 75% por ejemplo) a través de parques eólicos y granjas solares no es conveniente para la agenda anexionista. El gasoducto provee el freno a la independencia energética ya que no tenemos gas natural, y por tanto, sigue las pautas del criterio penepeísta de la necesidad a la anexión.

Es algo equivalente a "ser o no ser, ahí está el dilema". ¿Qué queremos ser? Pero sobre todo, ¿por qué crees que debemos ser lo que propones? ¿Por qué una colonia? ¿Por qué estado de EE.UU.? ¿Por qué un tipo de autonomía con EE.UU.? ¿Por qué una nación independiente y soberana? Danos razones convincentes, quien quiera que seas. Pero que sepas que las razones económicas no son muy convincentes, porque ninguna de estas posibilidades conlleva necesariamente la pobreza o la riqueza. Eso depende de nosotros mismos, nada que ver con el status político. Al igual que podemos ser un estado pobre o rico de EE.UU., podemos ser una colonia pobre o rica de EE.UU., o  podemos ser una entidad autonómica pobre o rica, o una nación independiente pobre o rica.