Según la prensa de esta mañana, catorce niños tuvieron que ser atendidos por inhalación de gas en una escuela elemental de Aibonito.
Sin embargo, a pesar que todas las investigaciones apuntan a un escape de gas, Miguel Cordero, director de la AEE y acérrimo defensor del gasoducto Vía Verde, insiste que “no pudo haber sido el gas, que más bien fue un peo de algún niño que le avergüenza confesarlo”. Con tal de defender el gasoducto, el señor Cordero añadió: “A mí me pasa muchas veces, me tiro peos por todas parte y ya lo hago tan a menudo, que ni me entero. Pero a mí no me da vergüenza aceptarlo porque como dicen por ahí: negar un peo es como negar un hijo, ya que el peo también sale de las entrañas”.
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