Ayer los líderes estudiantiles se reunieron con el que les llama bandoleros, el presidente de la UPR, don José Ramón de la Torre. A petición anterior de don José, los estudiantes le entregaron por escrito las propuestas para sustituir la cuota por otras medidas. En otras palabras, lo que la administración debió haber hecho, se lo han hecho los estudiantes.
Cuando vemos las imágenes de la reunión, lo primero que se nos pasa por la cabeza es: ¿por qué no se llegó a esto hace meses? ¿Por qué los estudiantes tienen que llegar a los extremos que han tenido que llegar para que los administradores se sentaran en la mesa para buscar alternativas?
A simple vista parecería que la razón de toda esta tonterá es la incapacidad o falta de voluntad administrativa a buscar alternativas, prefiriendo simplemente recaudar fondos adicionales aumentando los costos educativos a los estudiantes. A partir de la decisión, la administración se desentendió de toda queja o protesta estudiantil. Y ahora no tiene más remedio que sentarse a la mesa de negociaciones ya que la situación ha llegado a un extremo que no se puede seguir esquivando.
Sin embargo, lo que parece a primera vista no es en este caso la verdad. Como ya hemos dicho en El Coquí Cojo, la cuota no fue concebida como forma de recaudar fondos adicionales. Según las mismas palabras de uno de los síndicos, que confirmaron nuestras sospechas (le invitamos a que lea los artículos anteriores), se esperaba que con la cuota el número de estudiantes bajara a unos 50,000. Por lo tanto, la cuota fue concebida para que miles de estudiantes se fueran del sistema de la UPR y que los dos tercios que quedaran pagaran con la cuota la matrícula que se dejaría de recaudar de los estudiantes que no podrían seguir estudiando. Esta es la verdad. Según nuestros cálculos, la UPR pasaría de más de 68,000 estudiantes antes de la huelga de mayo, a unos 45,000 estudiantes al comienzo del semestre de otoño de 2011.
Todo esto nos hace pensar que las conversaciones no darán mucho resultado. Las ayudas ofrecidas por el gobierno no serán permanentes, mientras que los cálculos de la administración universitaria requieren hacer que la cuota se convierta en una fuente de ingresos permanente. Nos sospechamos que Don José sólo esté ganando tiempo sentándose con los estudiantes. Aparentando estar abierto a soluciones alternas… lo que quiere es que la presión del nuevo semestre debilite al movimiento estudiantil.
Como hemos dicho en varias ocasiones, la otra parte involucrada en todo esto es el gobierno. Ha estado involucrada desde el comienzo, desde que nombraron a don José y aumentaron la Junta de Síndicos para tener pleno control de la misma. También estuvieron involucrados en la concepción de la cuota y en las causas de la huelga del pasado mayo. El plan del gobierno es “privatizar indirectamente” la UPR deshaciéndose de miles de estudiantes, que no tendrán más opciones que dejar los estudios o irse a alguna institución privada.
Sin embargo, la ecuación ha ido cambiando gracias a la persistencia de los estudiantes. El problema ha crecido y el gobierno ha tenido que tomar posiciones públicas. Gracias a ellas hemos visto la desunión del PNP, que ha sido incapaz de presentar un frente común. El mismo gobernador ha dado bandazos, pasando de una postura aparentemente flexible a una de intolerancia. Luego de las confrontaciones de la policía contra los estudiantes la cosa ha cambiado. Ya el gobernador no enseña una y otra vez el video de la van… Ahora el gobernador, según El Coquí Cojo, debería utilizar las circunstancias para mejorar su imagen e involucrarse de alguna manera en las negociaciones con los estudiantes. Si nosotros fuéramos su consejero, le diríamos que negociara con los líderes universitarios sin incluir a la administración universitaria, que llegara a un acuerdo beneficioso para todos (por ejemplo una cuota anual de $200), que se declarara el salvador de la situación ante los medios, que proclame que la UPR sin estudiantes no tiene sentido… y todo lo que quiera decir. Y que forzara en un plazo más corto que largo que don José y doña Ygrí renunciaran.
Las negociaciones con don José son necesarias pero no van a llegar a ningún lado. La mala voluntad que este hombre ha demostrado no se puede cambiar de la noche a la mañana sin la presión del gobernador.
2 comments:
Cambien el color, esta pu~etero!
¿Qué color?
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