Las palabras de Ygrí Rivera, directora de la Junta de Síndicos de la UPR, en la prensa de hoy son realmente devastadoras para el futuro de la universidad pública de nuestro país como institución democrática. Sin embargo, por fin esta señora ha dejado claro con su propio testimonio, que no existe ninguna posibilidad de solución concertada entre las partes que componen la comunidad universitaria. Según sus propias palabras, ella no negocia, sólo dialoga. ¿Qué quiere decir esto? Simplemente que en el mejor de los casos estaría dispuesta a escuchar, pero la decisión final no puede ser negociada, la decisión final la toma la administración. Como ejemplo ilustrativo, en el mejor de los casos, el diálogo que se podría entablar hoy en día con ella sería el siguiente:
Estudiantes: la cuota es devastadora para miles de estudiantes, que tendrán que abandonar los estudios. Esto es una tragedia para el país. Si el fondo especial que ustedes han propuesto es cierto, podrían mostrar su buena fe simplemente pasando los fondos directamente al Banco de Fomento, acreedor de la UPR, y rebajar la cuota para pagar lo que el fondo no cubra de los recaudos que la cuota actual intenta recaudar. Y si el fondo la cubre por entero, entonces se podría eliminar la cuota, tan sencillo como esto. Esto evitaría un nuevo proceso burocrático para repartir el fondo dependiendo de las condiciones económicas de cada estudiante. No entendemos por qué quieren hacer esto, si al imponer la cuota lo han hecho para todos los estudiantes por igual. EL proceso burocrático sólo entorpecerá la entrega de los fondos, e impedirá pagar cuanto antes los intereses del préstamo. Si se impone la cuota actual, miles de estudiantes no podrán seguir estudiando y la UPR no podrá satisfacer la deuda porque se van a quedar sin ni siquiera la matrícula que esos miles de estudiantes pagarían. Todo esto es simplemente absurdo. Es como tratar de solucionar el déficit de un supermercado impidiendo que entren los clientes a comprar. Nosotros estamos dispuestos a negociar de buena fe nuevas soluciones, como por ejemplo, tenemos que reestructurar la universidad, los procesos burocráticos, buscar sinergías entre las facultades, hacer pequeñs cortes en el personal no docente, incentivar a que los profesores y personal que ya se puede acoger al retiro, lo haga sin los recortes de seguro médico, etc, por lo que no lo hacen. Hay muchas soluciones que se pueden tomar. Es injusto que siempre se solucione todo a costa de aumentar los costos a los estudiantes. Usted sabe muy bien que el aumento de la Pell no es como ustedes han dicho, la mayoría de los estudiantes sólo recibieron un pequeño aumento, no de $1,200 como ustedes dicen, sino de $200 en promedio. Por favor, sean consecuentes con la realidad del país, necesitamos que los jóvenes puertorriqueños tengan la posibilidad de estudiar en la universidad.
Ygrí Rivera: Muy bien, ¿han terminado? Es que tengo que hacer muchas cosas. Ya les he escuchado, hemos dialogado. Lo siento, pero nada me va a cambiar de opinión. Si lo que dicen es cierto, pues lo siento. No puedo hacer nada más. Por lo menos, piensen que han sido escuchados. Muchas gracias. Por favor, al salir, cierren la puerta de mi oficina, que quiero leer un rato.
Querido lector, Ygrí fue jueza, y eso es lo que quiere seguir siendo, la persona en la sala con la última palabra. A eso le llama ella dialogar. Simplemente escuchar a los acusados y acusadores, y decidir por ella misma. El jurado para ella es el formado por sus jefes, así que se limitará a hacer lo que ellos le digan. Claro, ella les asesorará. Y ahora su consejo a sus jefes es el siguiente: con la policía en el recinto, los estudiantes ya no pueden hacer nada. Que protesten si quieren, y se desahoguen. Aquí se hará lo que yo diga.
Querido lector, Ygrí Rivera es un caso típico de alguien que desempeña una función a la que nunca ha estado capacitada. ¿Y cómo llegó a su cargo? Fue designada por gente como ella.
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