¿Es Ygrí la gárgola?

Tanto hablar de la supuesta gárgola… hasta la van a buscar a Lajas… si es obvio que trabaja en la UPR como directora de la Junta de Síndicos… es que ¿cómo no se han dado cuenta todavía? ¿Cuántas cámaras de los medios de comunicación tiene que romper Ygrí para que se den cuenta de que tienen la gárgola delante de sus ojos? Incluso el nombre, ¿no se dan cuenta que es el mismo chillido que emite un ser monstruoso que bebe sangre y se chupa las garras con las tripas de las víctimas? Esto de que la UPR siga perdiendo estudiantes a diestra y siniestra no puede ser casualidad...

Yo tengo una prima que para asustar a sus hijos ya no les dice que va a venir el coco, les enseña la foto que he incluído para el terror de los lectores y les dice que si se portan mal va a venir la Ygrí… Y no creo que sea difícil para nuestros lectores comprender que el método funciona de lo más bien, mis primitos ya no dicen ni pío.

Según los rumores, el otro día Ygrí convirtió en piedra a un grupo de estudiantes que fueron a protestar a la universidad. Según lo que contó el único superviviente, que se salvó al ser ciego, es que entre los alaridos de terror de los estudiantes pudo oír un chillido espantoso que sonaba a algo así como “igrí, igrí”.

Por lo tanto, le aconsejamos al alcalde de Canóvanas que no siga buscando en Lajas, que vaya directamente a Río Piedras, y aún más, le aconsejamos que desista, que puede salir perdiendo.

También nos preguntamos cómo a don José Ramón de la Torre no le ha pasado nada con tantas veces que ha estado con la gárgola. Sospechamos que don José en realidad no esté vivo, que se trata de un zombi levantado por magia negra para presidir la UPR, que este hombre murió hace muchos años, quizá incluso hace siglos, y que su ADN revelaría sus orígenes rumanos…

Por otra parte, ahora caemos en cuenta que nunca se ven a los síndicos, que les buscamos y no les encontramos, quizá estén muertos todos, o sólo puedan salir bien entrada la noche, y que revolotean por la torre de la UPR…

Incluso se podría entender cómo Fortuño cada vez está más blanco de tez…