Una noticia que nos llamó la atención es la referente al proyecto de ley 1937 del senador Juan Hernández Mayoral. El propósito de la ley sería la regulación de las horas de trabajo de los empleados de las empresas privadas, que al parecer suelen trabajar más de 12 horas diarias.
No discrepamos en absoluto con las buenas intenciones del senador (aunque nos hizo gracia que alguien que se apellide Mayoral se preocupe por los empleados), pero quisiéramos advertirle que lo tiene muy jodido ya que cuando los empresarios americanos (suponemos que los mayores abusadores son las grandes empresas foráneas, las mismas que no quieren pagar impuesto alguno) hablan de que los americanos son los trabajadores con la más alta productividad en el mundo se refieren claramente a que trabajan 12 horas aunque sólo cobren 8. Este hecho ha sido comprobado abiertamente en EE.UU. Lo de que la productividad se deba a mejor tecnología, o mejores procesos de producción, etc., etc., dejó de ser el principal componente hace dos décadas…
No cabe duda que los americanos trabajan como bestias, no saben hacer otra cosa. De la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Las empresas americanas tienen serios problemas de productividad y control de calidad en nuestra isla, y no saben cómo resolver el problema (problema para ellos principalmente). Cuando un empresario pone en la mesa los pros y contras de quedarse en PR, o incluso venir y montar una fábrica, la situación es muy compleja. Por ejemplo, por un lado al gobierno poco le importa que nuestras leyes ambientales se cumplan, lo que es una ventaja enorme para el sector farmacéutico, por ejemplo (por eso tenemos tantas fábricas farmacéuticas). Por otro lado pagan mucho menos por la mano de obra, y encima no tienen que pagar mucho en impuestos (aún con el 4% que acaban de implementar, que irá bajando rápidamente). Sin embargo, a pesar de grandes ventajas, la columna de los "contras" viene encabezada por el enorme problema de la poca productividad y el poco cuidado en llevar a cabo los procesos de calidad y abastecimiento, etc., etc., que consiguen en sus fábricas en el continente. Y claro, cada vez que el producto no cumple con las regulaciones federales, tienen que pagar una multa y retirar los productos hechos aquí inmediatamente. Así que para mejorar la productividad sólo les queda obligar a sus empleados a largas horas de trabajo, ya que la tecnología y los procesos son los mismos que los que usan en sus plantas americanas. Y como saben que nuestra economía depende mucho de ellos... nos tienen cogidos por los ... Así que no auguramos mucho éxito al proyecto de ley... hasta que sepamos atraer empresas de otros países... que puedan competir por nuestro mercado laboral.
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