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Dec 19, 2010

Los profesores comienzan a oler la pólvora

Hace unas horas, una de las asociaciones de profesores de la UPR, la CONAPU, ha hecho una convocatoria para que mañana se celebre una asamblea del claustro de urgencia. La CONAPU alega que la administración ha mantenido a oscuras a los profesores en todas las medidas que ha tomado hasta ahora.
El Coquí Cojo se alegra que finalmente los profesores se comiencen a levantar de sus cómodas poltronas. Sabemos que lo hacen porque se van dando cuenta que después del genocidio de estudiantes, son ellos los que siguen, como ya lo hemos advertido en varias ocasiones, y que eventualmente ni los privilegios de tener una plaza se van a mantener en pie.
Los profesores se preguntan qué quiere decir el gobierno con cambiar las leyes universitarias de la UPR para seguir más de cerca a las universidades americanas. Para despejar unas cuantas dudas, incluimos los siguientes puntos:
1.- El 80% de las clases subgraduadas serán impartidas por profesores a tiempo parcial, sin beneficios médicos, y estudiantes graduados. En cada departamento quedarán tres gatos con plaza, que tendrán que hacer todo el trabajo administrativo ya que por ley los profesores a tiempo parcial no podrán, ni querrán obviamente, hacerlo.
2.- La labor de los comités de los departamentos exigirá la presencia de los integrantes y la consecución de un estricto programa de trabajo. Todo profesor a tiempo completo tendrá que demostrar su compromiso con la universidad perteneciendo a comités departamentales y de facultad si quiere ser considerado para ascenso alguno.
3.- La evaluación de los estudiantes se tomará en serio para propósitos de ascensos e incluso permanencia en el puesto. La administración utilizará las evaluaciones negativas para presionar a los profesores. Las buenas evaluaciones no servirán de mucho.
4.- Los procesos burocráticos deberán ser satisfechos con prontitud y a rajatabla. De no hacerlo, será utilizado en su contra por la administración. De hacerlo bien, no contará de mucho.
5.- Los profesores con aspiraciones a plaza, lo que se denomina probatorio, no contarán con la permanencia de primera intención. Las plazas seguirán congeladas hasta que se termine el mundo.
6.- Todo profesor, con o sin plaza, deberá demostrar una labor investigativa fecunda, tanto en publicaciones como conferencias. Todo ascenso dependerá de ello.
7.- Los profesores de ciencias deberán conseguir fondos federales y de empresas privadas que justifiquen su labor investigativa en la universidad. Todo ascenso dependerá de ello.
8.- La asistencia a las reuniones departamentales y de facultad serán estrictamente obligatorias para todos los profesores a tiempo completo, incluyendo a los que gocen de plaza.
9.- El verdadero significado de “universidad abierta” para la administración es que todo profesor pueda ser despedido ante cualquier incumplimiento de sus obligaciones. En otras palabras, la universidad siempre estará abierta para que un profesor se vaya. Obviamente, que se pasen de 68,000 a 45,000 estudiantes para este próximo año académico tendrá repercusiones en el gremio de los profesores, que sigue alegre y temerariamente sin sindicalizarse (aunque en la mayoría de las universidades americanas los profesores están sindicalizados, no creemos que sea una de las medidas incluidas en el proceso de americanización que tiene el gobierno en mente). El pasado agosto, la mayoría de profesores con contratos de servicios a tiempo completo no fue recontratado. Muchos se fueron de la UPR y otros siguen pululando por los predios sin beneficios médicos, ni pensión, y ganando unos $2,300 por clase (con un máximo de 3 clases por semestre) que ya no les da ni para tomarse un café entre clases (los termos han hecho un "comeback"). A partir de este agosto próximo, con un 33% de descenso en el número de estudiantes, podemos vaticinar que los siguientes al paredón administrativo serán los profesores con probatorios, que no podrán conseguir plaza alguna a menos de que se hagan esclavos de algún decano o decana (y quizá ni con eso). Al mismo tiempo, la administración presionará a los profesores que ya tienen los años para retirarse… para que se vayan de una vez, y claro, la inmensa mayoría no será reemplazado. Las plazas irán desapareciendo con ellos.
10.- La administración irá eliminando programas académicos que no sean muy populares entre los estudiantes, y con los programas se irán los profesores. Por ejemplo, no nos extrañaría que los profesores de filosofía se tengan que ir con la filosofía a otra parte, por lo que les aconsejamos que se hagan seguidores radicales del estoicismo. Otros programas desaparecerán (Economía por ejemplo) tragados por departamentos más poderosos (Administración de Empresas) que ofrezcan programas equivalentes, y con ellos muchos profesores con plaza se irán a pastar a otro sitio.
11.- Y lo peor de todo, los estudiantes que queden no dirán ni pío. Sólo los hijos de los profesores les acompañarán si deciden hacer alguna marcha de protesta. Y la administración convencerá al pueblo que los profesores que protesten son unos terroristas socialistas que pretenden convertir a PR en una nueva Cuba, o Venezuela, o lo que los administradores decidan que en ese momento tenga peor reputación. Y algún policía vestido de paisano tirará una piedra a la torre de la UPR, y el video será utilizado por Fortuño cada vez que salga en televisión.

1 comment:

Anonymous said...

jajajajajaja!

Pero cierto!!