Las aguas están volviendo a su cauce. Las protestas estudiantiles han recobrado el rumbo que debieron tener desde un principio. Lo que debemos concluir del comienzo violento del paro es que la administración ha demostrado una vez más que sus intenciones son simplemente aplastar al estudiantado. Lo bueno de todo es que no saben cómo hacerlo. Nos imaginamos el tipo de conversaciones que la administración habría sostenido como preparación al paro. No hace falta poner nombres a las intervenciones ya que podrían haber sido dichas indistintamente por el presidente, la directora de los síndicos, la rectora de Río Piedras, y tantos otros:
- ¿Qué hacemos para que los estudiantes no se salgan con la suya?
- Bueno, yo puedo trazar en el mapa del recinto de Río Piedras unas zonas donde les permitamos que protesten y a la vez que no molesten mucho. Es una pena que no podamos prohibir de raíz el estúpido derecho a manifestarse, pero podemos aislarlos como se hace con los enfermos de malaria, son unos apestados, así que vamos a ponerlos en cuarentena en lugares específicos del recinto.
- Pues bien, como la policía estatal no puede entrar en el recinto sin el permiso del gobernador, podemos contratar a una agencia de seguridad. La policía universitaria no sirve para nada, sólo para dar tickets de tránsito, con ellos no podemos contar. He hablado con un ex peleador de lucha libre, que al parecer no tiene escrúpulos y es dueño de una compañía de seguridad. Él me asegura que sus perros pueden joder a los estudiantes.
- Hay que asegurarse que los perros estén bien adiestrados. O lo mejor es que no lo estén y que intimiden a los estudiantes. ¿Y cuánto nos costará la broma?
- Entre millón y medio o dos, por los dos días del paro. Pero mejor gastarlo en gente que se encargue de pegar a los estudiantes que en rebajar la cuota… ¡Ja!
- No importa lo que cuesten. Cada golpe que le den a los estudiantes bien los vale. Cuando me pregunten qué pienso de las agresiones a los estudiantes, les diré que ellos se lo han merecido, que se lo han buscado. Y ya está.
- Sí, yo ya tengo a los abogados preparados. Todo estudiante que levante el dedo será demandado con cargos de violencia. El guión es bien simple: los hombres de seguridad pegaron porque se defendían ante las agresiones de los estudiantes. La policía arrestará a los estudiantes que tiren piedras, o golpeen a algún miembro de seguridad. Esos estudiantes no volverán a abrir un libro en la UPR.
- ¿Y qué hacemos si se extiende el conflicto a otros recintos?
- Nada, eso ya está arreglado, Fortuño dejará entrar a la policía estatal. Bajo ninguna circunstancia las hostilidades pueden extenderse a otros recintos. Todo lo que ha de pasar debe ser en Río Piedras. Y así la gente se creerá que los estudiantes revoltosos son muy pocos, y todos en Río Piedras.
- En el futuro debemos hacer de Río Piedras un lugar de investigación y estudios graduados. Debemos ir rebajando el número de estudiantes subgraduados de allí, y así estas cosas no volverán a ocurrir.
- Bueno, ya ese plan está en marcha, este año admitimos a 1,000 estudiantes menos de nuevo ingreso. En dos años, la población subgraduada será la mitad de lo que había cuando la huelga.
- ¿Qué les parece si hablamos con la policía para que metan infiltrados como en la huelga pasada?
- Eso ya está hecho. No sólo filman a los estudiantes para que después podamos tomar represarías contra ellos, sino que se pueden pasar por estudiantes y agredir a algún vigilante de los de la compañía de seguridad, claro, todo arreglado de antemano, y grabar el video y ponerlo en los medios. Los periodistas son bastante tontos, lo que les importa es el sensacionalismo.
- Sí, que rompan cristales, propiedad de la universidad, carros aparcados, lo que sea. El país se volverá contra ellos. Suena muy bien.
- Yo puedo retenerle los pagos de las becas, para presionar un poco más. Eso encolerizará a los estudiantes que no quieren la huelga. Que se peleen entre ellos.
- La verdad que hay que ver qué tontos que son algunos estudiantes. Ahora hay un grupo que le dice no a la huelga y no a la cuota. ¡Como que vamos a ceder si no hay huelga! Deben ser drogadictos para creer esas payasadas.
- El problema que tenemos es qué hará nuestro gobierno, los que nos pusieron aquí. Fortuño no quiere meter mano, eso nos conviene.
- Ya yo hablé con Ema, me dijo que va a decir que lo que tendríamos que hacer es sacar a patadas a los estudiantes revoltosos. Me dijo que incluso lo va a decir en público. Y nosotros se las vamos a dar, desde un principio, hay que intimidarlos para que la huelga del 14 no prospere.
- Falta poco, ahora hay que ser más duros que nunca. Los vamos a aplastar. Yo seguiré diciendo que nos van a descertificar por culpa suya, y los estudiantes se lo van a creer y se dividirán. Será chévere ver cómo se pelean entre ellos.
- Bueno, ojalá todo funcione bien. Si nos descertifican, no hay mucho problema. Seguiremos en nuestros cargos con todo bajo control, con muchos menos estudiantes, ¡qué bien!
- Y en enero, miles de estudiantes se irán por no poder pagar la cuota. Menos estudiantes, mucho mejor. Menos gastos. Y luego, ¡a despedir profesores! ¡Que se vayan a la Interamericana también!
- La verdad qué poco han apoyado los profesores a los estudiantes. Son más cobardes de lo que me había imaginado. Hasta hay uno que ha ido a dar clase y ha salido en la televisión.
- ¡Ya lo he visto! A ese no hay que despedirle. Menudo favor nos está haciendo el imbécil. Lo que son las habichuelas… ése vendería hasta a su madre.
- Bueno, manos a la obra. Ya lo tenemos todo “planchao”. Ahora nos vamos a nuestras casas, y a ver el show por la televisión. Recuerden, siempre a decir lo mismo en las entrevistas: Es lamentable lo que estamos presenciando en nuestra universidad. La mayoría de los estudiantes quieren estudiar y están secuestrados por una minoría salvaje. Esperamos que esto se resuelva pronto. Nosotros siempre hemos estado abiertos a negociar con los estudiantes, pero con una representación real de ellos, no con unos cuantos delincuentes terroristas. Esperamos que todos ustedes tengan unas buenas navidades. Muchas gracias.
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