Para que el ladrón del bastón de Betances no se salga con la suya

Según la prensa, no existe ningún indicio todavía sobre el bastón de don Ramón Emeterio Betances, hurtado hace unos días del Museo de las Américas. De hecho, las probabilidades de recuperarlo son mínimas, por lo que a uno de nuestros desequilibrados colaboradores se le ocurrió la siguiente idea para amargarle el hurto al ladrón: que se inunde el mercado de réplicas del bastón del prócer puertorriqueño. A partir de las fotografías, el Instituto de Cultura patrocinaría una campaña por la que se pagaría a un centenar de artesanos para que hicieran bastones sin parar por un mes. Los primeros cálculos indican que se podrían fabricar unos 10,000 bastones, inundar el mercado (ya sea vendiéndolos o regalándoselos a los ancianos que engalanan las plazas municipales), y por lo tanto, hacer que el ladrón no pueda vender el bastón ya que ningún comprador podría fiarse de que en realidad se tratara del bastón original.

La idea de nuestro colaborador no es tan tonta como pareciera a primera vista ya que ofrecería trabajo a un centenar de artesanos por un mes, traería la figura de don Ramón Emeterio Betances a la palestra popular, fomentaría un “comeback” de los dignificantes bastones en el caminar de nuestros viejitos, y tantos otros beneficios.

La AVC, Asociación de Viejitos Cojos, ha recibido la propuesta con regocijo. Su portavoz nos confesó que muchos de sus socios están entusiasmados al pensar que los bastones les daría la oportunidad de darle un par de bastonazos a unos cuantos nietos y bisnietos cuyos padres no han sabido “ponerlos en vereda”.

El Coquí Cojo se solidariza con la AVC desde el fondo de sus muletas.

Así que El Coquí Cojo solicita a sus lectores que si alguien puede llevar a cabo la idea o comunicarse con alguien que pueda llevarla a cabo, se lo agradeceríamos...