Ante las críticas por el número de asesinatos en la isla, el superintendente de nuestra policía, José Figueroa Sancha, argumentó, con otras palabras, que se debe a la efectividad de la policía en el cumplimiento del deber ya que cada vez que atacan un punto de drogas se crea un desequilibrio entre las bandas contrincantes que genera un número de asesinatos para obtener de nuevo el control del punto. Y nos preguntamos en El Coquí Cojo, si lo que nos está diciendo el superintendente es que al fin y al cabo el punto regresa a su función después, lo que explicaría el éxito de la uniformada en el tráfico de drogas. En fin, al parecer lo que nos dice es que mientras los que se maten sean los delincuentes entre sí, no nos debemos preocupar tanto por el número de asesinatos.
Por otro lado, el superintendente asegura en la noticia que el año que viene bajará el número de asesinatos debido al trabajo hecho por la policía este año. Que nos perdone si no le creemos demasiado, preferimos dejar pasar el tiempo y comprobar los resultados después.
Otro punto que queremos hacer, y nos referimos a un punto en cuanto a argumento, no en su significado de mercado de drogas, que al parecer este año no vamos a batir el récord de asesinatos (995), pero creemos que aún no debemos permitir que nos embargue la desesperanza ya que todavía falta una semana y quién sabe si podemos asesinar a los cuarenta y pico que hacen falta para batirlo. Por lo tanto, no echemos la toalla aún.
Otra cuestión que quisiéramos añadir es que no creemos que las estadísticas sean del todo exactas ya que no podemos pensar que los asesinos puertorriqueños nunca intenten ocultar los cadáveres para que nadie los encuentre. Por lo tanto, suponemos que ya hemos superado el millar de asesinatos hace varios meses. En nuestra paradisiaca isla no carecemos de lugares en los que ocultar brazos, piernas, torsos, cabezas, y quién sabe qué. Además, ese color azul de nuestros mares, tan cantados por los insignes poetas boricuas, quizá no se deba del todo a los fenómenos marinos y sí al estiércol que le tiran los gatilleros de nuestro terruño.
Bueno, con estos pensamientos les deseamos una Feliz Navidad.
No comments:
Post a Comment