En El Vocero salió la siguiente noticia sobre la inminente Reforma Contributiva: “La clase media trabajadora será la prioridad en el proyecto que le dará paso a la reforma contributiva, que estará listo antes de concluir este año y que también beneficiará a los distintos sectores, sostuvo Xenia Vélez, quien lidera el Comité de Reforma Contributiva asignado por el gobernador Luis Fortuño”.
En El Coquí Cojo nos consta que Xenia Vélez dice una verdad como un templo al decir que la Reforma va dirigida a la clase media trabajadora… pero lamentablemente no en el sentido que la mayoría, con ilusa esperanza, ha interpretado. Según nuestros informantes, la reforma contributiva sigue al pie de la letra las medidas que fueron tomadas hace siglos por el alguacil de Nottingham, es decir, arrancarle hasta el último centavo a quien pueda. Por eso es cierto que la clase media será la que se afecte en nuestra isla por dos razones principales: 1.- los de la clase baja, léase pobres de miseria, no tienen nada que dar (quizá la sangre y los riñones), y 2.- los de la clase alta, constituidos o bien por los contribuyentes de las campañas políticas o bien por ellos mismos, los que gobiernan y proponen la reforma, no soltarán un peso.
Uno de nuestros reporteros pudo conseguir un pedazo del discurso que le están preparando a nuestro gobernador, Luis Fortuño, para el anuncio de inauguración de la reforma:
“Queridos compatriotas, hace unos meses estábamos al borde del abismo, hoy, gracias a la Reforma Contributiva, ¡hemos dado un paso hacia delante!”
Más claro, agua.
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