Que se sepa la verdad de los programas de ayuda...

Primero dijeron que el aumento de la beca Pell sería suficiente para pagar la cuota, e incluso más que suficiente. Decían que eran $1,200 por estudiante cuando era más bien de $200...

Luego surgió el programa Especial de Fondos para Becas, alimentado por una porción de las recaudaciones de la lotería. El gobierno calculó unos 35 millones de dólares, pero nunca pudo garantizarlos. También se rehusó a entregárselos directamente al Banco de Fomento, acreedor de la UPR, y que se recalculara una cuota menor para todos los estudiantes. Lo que propusieron fue repartirlos a través de un comité burocrático elegido en su mayor parte por el presidente de la UPR. Los fondos serían repartidos siguiendo criterios de recursos económicos de los solicitantes. Recordemos que cuando impusieron la cuota no consideraron los recursos económicos de forma individualizada, se limitaron a imponer la misma cantidad a todos. Al juzgar por la eficacia burocrática de la UPR, repartir una cantidad que tampoco ha sido garantizada ni en cantidad ni en duración es la clara receta del fracaso que los mismos que promulgaron el programa conocían desde un principio.

Después apareció el programa de trabajo de Fortuño. Unos 2,000 estudiantes serían beneficiados con un máximo de $850 por estudiante a cambio de trabajar unas 110 horas. No se explicó quién sería elegible, ni se garantizó un plazo de seguridad suficiente. Es decir, en cuanto se acabe el fondo, se acaban los trabajos. De este programa escribimos un artículo que ha sido uno de los de más éxito en nuestro blog, donde lo comparamos al sistema de las libretas de los esclavos de hace siglos.

Luego salió el programa de que con el nuevo programa federal, los estudiantes podrían beneficiarse del crédito de $1,000 de la planilla de impuestos. Claro está, lo que no se explicó muy bien fue que para ello la familia del estudiante tendría que rellenar la planilla federal de impuestos, lo que es imposible a menos que se gane un salario federal, o que se tengan ganancias en inversiones en bancos americanos y cosas así. Además el crédito de $1,000 representa un máximo, nunca un promedio.

Y ahora sale otro fondo, este de $1,600,000 para becas, anunciado por Ygrí Rivera. Y claro, inmediatamente declara que la huelga es totalmente innecesaria. La cuantía del fondo es muy pequeña. ¿Y qué pasará cuando el fondo termine?

Siempre lo mismo. Lo único que les preocupa es la opinión pública. ¿O es que no saben sumar? ¿O es que piensan que el pueblo puertorriqueño no sabe sumar y se chupa el dedo? Según la administración y el gobierno, ¡los estudiantes terminarán ricos con tanta ayuda! Nuestros políticos y administradores universitarios ya no saben cómo insultar al pueblo de una forma más vil.

Si todos estos fondos son suficientes para pagar la cuota… ¿Por qué no simplemente la eliminan y ya está? Porque saben que ninguno de sus programas sirve de mucho, por la cuantía, por la poca duración que tendrán, y por tantas otras cosas.

Y estamos hablando que es la administración universitaria la que se rebaja a esta sarta de mentiras, y después... ¿a quién le puede extrañar que la UPR esté en probatoria por los estándares de gobernanza y liderazgo?

¡Menuda tropa de imbéciles tenemos por administradores! Incapaces y encima deshonestos.

Que nadie se confunda, no es la UPR la que está en probatoria, no son los estudiantes los que están en probatoria, no son los profesores los que están en probatoria, no son los empleados no docentes los que están en probatoria… Los que están en probatoria son los administradores de la universidad. Los estándares que no se cumplen son los de GOBERNANZA y LIDERAZGO.

El problema es que la Middle States no puede echar a la administración universitaria y obviamente esta administración corrupta no renunciará, que es lo que gente honesta haría. El mismo presidente no duda en decir que no “sabe de cosas técnicas” cuando se defiende ante su incompetencia sobre los asuntos del préstamo que firmó con el Banco de Fomento… cuando se descubrió que su alegato de que la cuota era una condición de dicho préstamo era simplemente una gran mentira, que la cuota nunca había sido parte del colateral… Tras el conocimiento de la artimaña, cualquier persona decente hubiese dimitido de inmediato... pero no el patán de presidente que tenemos... gracias al gobierno...

Sólo el gobierno, en estos momentos, sería capaz de echar a la administración universitaria. Sin embargo Fortuño acaba de tomar una línea dura a favor de la administración, grave error para él (aunque no se haya dado cuenta todavía) y sobre todo para el país.

En estos momentos la mejor solución es derogar la cuota (se podría por lo menos posponer mientras se buscan soluciones alternas) y despedir a la administración universitaria en pleno… presidente, junta de síndicos y rectores. Un gobierno con el bien del país como norte lo haría sin titubeos. Y que no se preocupe por trastocar la autonomía universitaria, que todos sabemos que es un chiste…